viernes, 13 de noviembre de 2015

“El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará” (Lc 17,26-37.)

Evangelio según San Lucas 17,26-37.
Comentario por David Quiroa

“El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará”

Antes de meternos de cabeza en el Evangelio de hoy, recordemos el de ayer: hay que estar preparados y estar tranquilos.   Con eso en mente, veamos cómo será el día que regrese Cristo.

Nos habla de catástrofes como la del diluvio y la de Sodoma, de no volver la vista atrás, de personas muriendo y siendo llevadas.  ¿En qué nos afecta eso?  En nada, mientras estemos preparados y tranquilos. “El que trate de salvar su vida”, es aquél que a última hora se acuerda de que tenía que haber estado preparado.  “El que la pierda” es el que recibe la hora de su muerte en paz.

Las advertencias de la venida de Cristo no son para vivir preocupados: son para vivir tranquilos, como si fuéramos a morir hoy. ¿Cuántos de nosotros podemos decir que estamos listos?


Hoy celebramos a San Estanislao de Kotska: A los 15 años decidió seguir la vida religiosa como jesuita, pero su padre se opuso. Sin su consentimiento, siguió la regla de vida de los padres hasta que lo sorprendió la muerte, 3 años después.

------------



Evangelio según San Lucas 17,26-37.

Jesús dijo a sus discípulos:

“En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.

Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos.

Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.

En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot.

El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará.

Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada”.

Entonces le preguntaron: «¿Dónde sucederá esto, Señor?»

Jesús les respondió: “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario