“¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?” (Lc 12,54-59.)

Evangelio según San Lucas 12,54-59.

Comentario por David Quiroa

“¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?” 

Nos han enseñado, equivocadamente, que es malo juzgar, que uno no debe meterse en los asuntos de la gente, que “todo depende”, pero la verdad es que todos juzgamos todo, entonces, ¿por qué no hacerlo bien?

Tenemos impreso en nuestro cerebro algo que llamamos “conciencia” que nos dicta claramente qué cosas están bien  y qué cosas están mal.  Pero por culpa de las malas costumbres, acallamos esa conciencia y nos negamos a decir “eso es malo”.

A nosotros Cristo nos dice “¡hipócritas!”.  Si sabemos qué es lo malo, ¿por qué lo hacemos? Si sabemos qué es lo correcto, ¿por qué no lo hacemos?  Es como que supiéramos que va a llover y no llevamos paraguas.

El Rosario como ejercicio espiritual: Para los que no somos particularmente “místicos” ni podemos pasarnos todo el día en trance, el Rosario nos ofrece la oportunidad de ejercitar la conciencia, meditando las partes fundamentales del Evangelio.

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Evangelio según San Lucas 12,54-59.

Jesús dijo a la multitud:

“Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.

¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?

¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?

Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.”