jueves, 1 de octubre de 2015

“Comiendo de lo que haya” (Lc 10,1-12.)

Evangelio según San Lucas 10,1-12.  
Comentario por David Quiroa

“Comiendo de lo que haya”

Aunque el Evangelio está escrito con miras a la vida eterna, tiene muchos consejos prácticos para la vida diaria.  En este pasaje, Jesús da consejos para viajar con poco equipaje y  mucha seguridad.

Nos habla de llevar pocas cosas y tener cuidado con los extraños. De ser agradecido con quien nos da posada y no quejarnos mucho de la comida y bebida que nos dan. De trabajar y quedarse sólo mientras uno es bien recibido.

Y algo muy importante: dejar atrás a quien no nos quiere, sin desearle mal. Jesús recomienda a la salida del pueblo donde no nos reciben, sacudirse el polvo de los zapatos y predicarle el Reino de Dios. Una sana costumbre para no guardarle rencor a nadie, porque de aquélla mala experiencia no nos queda literalmente ni el polvo de los zapatos.

El ejemplo de hoy, Santa Teresa del Niño Jesús: Sintiéndose incapaz de llegar a ser una gran santa, se abandona como un niño a la misericordia de Dios. Sus escritos descubiertos después de su muerte la hicieron Doctora de la Iglesia. En su honor celebramos hoy el Día del Niño.

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Evangelio según San Lucas 10,1-12.

El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.

Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.

¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’.

Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.

Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.

En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’.”

Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: ‘¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca’.


Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad.

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