Evangelio según San Mateo 13,47-53.
Comentario por David Quiroa
“Una red que se echa al mar”
Una interesante imagen para hablar de la
evangelización: una red, no un anzuelo con carnada y sedal. Muchas veces, cuando pensamos en compartir
nuestra fe, pensamos en qué carnada le ponemos para que pique esta o aquélla
persona.
Pero como dice la misma parábola, no
somos nosotros los encargados de separar los malos de los buenos, esos serán
los ángeles el día del Juicio.
Nosotros, en este mundo, debemos ir
pescando con red. A lo que caiga. Habrán días que caigan más, días que caigan
menos. Y entre todos siempre habrá muchos buenos y uno que otro malo.
El ejemplo de hoy, Beato Manés de Guzmán:
Menos conocido
que su famoso hermano, Santo Domingo, Manés acompañó al santo en sus correrías
y fue pieza vital en la concreción de sus obras.
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Evangelio según San Mateo 13,47-53.
Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los Cielos se parece también a una
red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los
pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y
tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos
de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y
rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?”.
“Sí”, le respondieron.
Entonces agregó: “Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los
Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo
viejo”.
Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.
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