jueves, 16 de julio de 2015

“Mi carga es liviana” (Mt 11,28-30.)

Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Comentario por David Quiroa

“Mi carga es liviana” 

Les voy a ser honesto: no parece. Cuando uno se echa encima la carga de este mundo pecador, pareciera muy pesada.  Pero hay algo que cuesta tomar en cuenta: que Él lleva la mayor parte, por no decir casi todo.

Tratar de ser bueno en este mundo es muy difícil. Se sufren desprecios, humillaciones y pobreza. Pero antes, Él fue más despreciado, más humillado y más pobre. 

Lo que uno tampoco se da cuenta, es que la carga de ser malo es mayor.  Siendo bueno, uno duerme tranquilo. Pobre, pero tranquilo. Siendo malo, uno podrá tener todas las comodidades, pero no duerme en paz, se levanta con zozobra y no puede confiar en nadie.  El pobre confía en todos, porque no tiene nada que perder. El que obtuvo su riqueza con engaños no puede confiar en nadie.


Hoy recordamos a la Virgen del Carmen: El monte Carmelo en Palestina ha sido símbolo de la presencia de Dios desde tiempos del profeta Elías. Se asocia con la orden carmelita, que a su vez transmite su carisma a través del escapulario: un recuerdo de ser bueno, para obtener las gracias de Dios a la hora de la muerte.

-------
Evangelio según San Mateo 11,28-30.

Jesús tomó la palabra y dijo:


“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario