“El corazón de este pueblo se ha endurecido” (Mt 13,10-17.)

Evangelio según San Mateo 13,10-17.

Comentario por David Quiroa

“El corazón de este pueblo se ha endurecido” 

Ayer hablábamos de las lágrimas de María Magdalena y cómo no debe avergonzarnos cuando las lágrimas brotan ante la presencia de Dios. Hoy encontramos otra buena razón para llorar: es un síntoma de que nuestro corazón todavía no se ha endurecido y que Jesús todavía puede curarnos.

Los que no quieren ver ni oír no lloran. Si no quieren ver ni oír, el Señor no se les muestra ni les habla. Si Él no les habla, no pueden curarse.

Ante la presencia del Santísimo Sacramento se han visto grandes pecadores, hombres hechos y derechos, convertidos en un mar de lágrimas. Felices ellos, porque han oído lo que profetas y justos desearon oír y no oyeron.

El ejemplo de hoy, Santa Brígida de Suecia: tuvo numerosas visiones de Jesús y la Virgen durante su vida. Y aunque profetizaba importantes acontecimientos de su tiempo, siempre sometió sus visiones al juicio del confesor.

------------

Evangelio según San Mateo 13,10-17.

En aquel tiempo, los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas por medio de parábolas?”.

El les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.

Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán.

Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure.

Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen.

Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.”