lunes, 27 de julio de 2015

“Anunciaré cosas ocultas desde la creación” (Mt 13,31-35.)

Evangelio según San Mateo 13,31-35.  
Comentario por David Quiroa

“Anunciaré cosas ocultas desde la creación” (Mt 13,31-35.)

A través de sus parábolas, Jesús nos revela el funcionamiento interno del mundo.  Así como las semillas se convierten en árboles y la levadura levanta la masa, todo cuando hacemos comienza pequeño y termina grande.

Lo que somos hoy y lo que seremos en el futuro, tuvo su origen en una pequeña acción que tomamos hace mucho tiempo. Cuando fuimos bautizados iniciamos la vida cristiana que hoy tenemos, cuando elegimos carrera decidimos la profesión que hoy ejercemos.

Y así llevamos entre nosotros el destino que nos espera para la vida eterna. Si no nos convence, hoy es el día para cambiarlo, antes que termine de echar raíces.


El ejemplo de hoy, San Pantaleón: Era médico de la corte y disfrutaba de los lujos y excesos de su trabajo; hasta que un día redescubrió la fe y abandonó su vida de pecado, dedicándose a curar a los pobres.

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Evangelio según San Mateo 13,31-35.  

Jesús propuso a la gente otra parábola:

“El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas”.

Después les dijo esta otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa”.


Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

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