Evangelio según San Mateo 16,13-19.
Comentario por David Quiroa
“No te lo ha revelado la carne, sino mi Padre”
Sabemos que la fe es un don de Dios. No podemos
gloriarnos de tener fe, porque no la obtuvimos por esfuerzo propio. Eso lo
sabemos y no nos cuesta comprenderlo.
Lo que nos cuesta a veces es entender
que tampoco podemos culpar al que no tiene fe. Si Dios en su infinita sabiduría
ha decidido no otorgarle ese don, no es su culpa. Una persona que honestamente
busca a Dios pero no lo mira no tiene la culpa de no verlo, no podemos juzgarlo
y mucho menos condenarlo.
Los creyentes tenemos obligación de
actuar como creyentes. Con alegría, compasión y misericordia. Si alguien no
cree, podemos pedirle a Dios que le dé el don de la fe, pero no podemos
obligarlo a creer. Sólo Dios puede.
Solemnidad de San Pedro y San Pablo: Pedro dudó, negó, se escondió, hasta que por fin
creyó. Pablo estaba en contra, hasta que Jesús lo convenció. Dos formas de
alcanzar la fe, ambas son un regalo de Dios.
------------
Evangelio según San Mateo 16,13-19.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus
discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.
Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y
otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de
Dios vivo”.
Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo
ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la
tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará
desatado en el cielo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario