lunes, 29 de junio de 2015

“No te lo ha revelado la carne, sino mi Padre” (Mt 16,13-19.)

Evangelio según San Mateo 16,13-19.
Comentario por David Quiroa

“No te lo ha revelado la carne, sino mi Padre”

Sabemos que la fe es un don de Dios. No podemos gloriarnos de tener fe, porque no la obtuvimos por esfuerzo propio. Eso lo sabemos y no nos cuesta comprenderlo.

Lo que nos cuesta a veces es entender que tampoco podemos culpar al que no tiene fe. Si Dios en su infinita sabiduría ha decidido no otorgarle ese don, no es su culpa. Una persona que honestamente busca a Dios pero no lo mira no tiene la culpa de no verlo, no podemos juzgarlo y mucho menos condenarlo.

Los creyentes tenemos obligación de actuar como creyentes. Con alegría, compasión y misericordia. Si alguien no cree, podemos pedirle a Dios que le dé el don de la fe, pero no podemos obligarlo a creer. Sólo Dios puede.


Solemnidad de San Pedro y San Pablo: Pedro dudó, negó, se escondió, hasta que por fin creyó. Pablo estaba en contra, hasta que Jesús lo convenció. Dos formas de alcanzar la fe, ambas son un regalo de Dios.

------------



Evangelio según San Mateo 16,13-19.

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.

Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.

Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.


Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario