Evangelio según San Juan 5,17-30.
Comentario por David Quiroa
“El
Hijo da vida al que él quiere”
Todo lo que hacemos está sujeto a la voluntad
de Dios, incluso nuestra vida. A su vez,
Jesús promete vida eterna a quien escuche Su palabra y la ponga en práctica.
Entonces, si queremos tener éxito en
cualquier cosa que nos propongamos, lo primero es escuchar la Palabra de Dios y
ponerla en práctica.
La mayoría de veces, sentiremos que no
tiene nada que ver un consejo del Evangelio con la administración de una
empresa o la crianza de los hijos. Pero en realidad, allí está el origen y fin
de todo.
El ejemplo de hoy, San Francisco de
Paula: Desde muy pequeño se sometió a lo que llamó “cuaresma
perpetua”, una estricta y limitada forma de vida. Con él llegaban reyes a pedir
consejo y salían aliviados y convertidos.
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Evangelio según San Juan 5,17-30.
Jesús dijo a los judíos:
“Mi Padre trabaja siempre, y yo también
trabajo”.
Pero para los judíos esta era una razón
más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a
Dios, llamándolo su propio Padre.
Entonces Jesús tomó la palabra
diciendo: “Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino
solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el
Hijo.
Porque el Padre ama al Hijo y le
muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes
queden maravillados.
Así como el Padre resucita a los muertos
y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie: él ha
puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como
honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
Les aseguro que el que escucha mi
palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido
al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.
Les aseguro que la hora se acerca, y ya
ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la
oigan, vivirán.
Así como el Padre dispone de la Vida,
del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para
juzgar porque él es el Hijo del hombre.
No se asombren: se acerca la hora en
que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que
hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal,
resucitarán para el juicio.
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