Evangelio
según San Marcos 6,7-13
Comentario por: David Quiroa
“Fueron a
predicar, exhortando a la conversión” (Mc 6,7-13)
Usted y yo
nos desnudamos ante Dios y decimos “yo
soy bueno, ¿qué necesidad tengo de conversión? ¡Que se conviertan los malos, yo
no!”.
Y claro que
tenemos mucho mérito de no haber matado a nadie ni asaltado ningún banco, pero mientras
andamos en este valle de lágrimas siempre tendremos alguna cosita que podemos
hacer mejor.
Tampoco se
trata de andar por allí dándose golpes de pecho como los hipócritas, sino con
serenidad examinar nuestros defectos y decidir “hoy voy a enojarme menos”, “hoy
tendré más fe”, “hoy voy a sonreírle a otra persona”. Al final, la vida del cristiano
no es de grandes revelaciones y giros dramáticos, sino de pequeños cambios, uno
a la vez.
El ejemplo
de hoy: San Tobías. El autor del
libro de Tobías, del Antiguo Testamento. Hombre bueno, modelo de padre y
esposo, no se lamentaba de ninguno de sus problemas, sino solo de sus pecados.
---------------
Evangelio
según San Marcos 6,7-13
Entonces
llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus
inmundos.
Y les
ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni
dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: “Permanezcan
en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no
los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio
contra ellos”
Entonces
fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y
curaron numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario