Comentario por David Quiroa
"Serán odiados por mi Nombre"
La persecución de los cristianos aún no ha terminado. En pleno siglo XXI, era de luces y razones, mucha gente muere, en Asia y en Africa, por el simple hecho de confesar que creen en Cristo.
Nosotros, que vivimos en ambientes más tolerantes, debemos rezar por ellos
y pedirle a Dios que les conceda fortaleza para no ceder y perseverar hasta el fin, dando testimonio ante los paganos que el Niño que ayer nació es Dios y sólo en El confiamos.
El ejemplo de hoy: San Esteban. Acusado falsamente, muere apedreado frente a Saulo, quien más tarde será San Pablo.
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Evangelio según San Mateo 10,17-22
Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán sino el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra los padres y los harán morir.
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquél que persevere hasta el fin se salvará.
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