jueves, 15 de noviembre de 2012


Evangelio según San Lucas 17,20-25. 
Comentario por: David Quiroa

El Reino de Dios no viene ostensiblemente
                                                                                               
Este Evangelio tiene dos dimensiones. Por un lado le decía a la gente de su tiempo quién era Él y  lo que iba a pasar con Él (“y llegará el tiempo que quieran ver un día del Hijo del Hombre”,  “será rechazado”), y por otro lado nos habla del Reino que debemos construir día a día.

Ese Reino, que es el que nos interesa, no se anuncia con grandes catástrofes. Al contrario, “entra como ladrón en la noche”, “llega sin avisar”, “pasa como un relámpago”. 

En el instante menos pensado, tenemos a Cristo con nosotros, en la persona de un pobre o un amigo, o un amigo pobre, y al rato ya no lo tenemos porque  nos fuimos a pecar. Así es el Reino, y por eso nos dice “estén atentos”, porque si no lo cachamos al pasar, se nos va.

El ejemplo de hoy: San Alberto Magno, como  maestro, supo conciliar la sabiduría humana con la fe divina para poder conocer a Dios por medio de las ciencias.

---------------      

Evangelio según San Lucas 17,20-25. 

Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”.

Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán.  Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo.  Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario