Evangelio según San Lucas 18,1-8.
Comentario por: David Quiroa
“Orar siempre sin desanimarse”
Muy raras veces nosotros pedimos
varias veces por una misma intención.
Generalmente pedimos por algo hoy y por otra cosa mañana, y creemos que
si Dios no nos hizo tal favor es porque no quiere hacerlo.
En realidad, Dios escucha
nuestros ruegos siempre, pero también espera a ver si de verdad queremos
aquélla cosa o solamente tenemos un capricho pasajero.
Jesús pone como ejemplo a un
juez malo que hace el favor a la viuda por pura insistencia. Y si alguien malo
es capaz de hacer eso, ¿qué no hará Dios que es infinitamente bueno?
El ejemplo de hoy: Santa Isabel de Hungría. Noble,
fiel y amante esposa, al quedar viuda siguió su labor humanitaria y de
permanente oración y caridad.
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Evangelio según San Lucas 18,1-8.
Después Jesús les enseñó con una
parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había
un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad
vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia
contra mi adversario’.
Durante mucho tiempo el juez se negó,
pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como
esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a
fastidiarme’”.
Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo
este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él
día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de
ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe
sobre la tierra?”.
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