Evangelio según
San Marcos 10,35-45.
Comentario por: David Quiroa
“El mismo Hijo vino para servir”
¡Cómo nos cuesta entender esto!
Pasamos la vida entera persiguiendo puestos y honores, cuando el Hombre
que más honor merece, vino a servir y no a ser servido.
Con la educación que tenemos, que alaba siempre
al que supera a los demás, al que más puntos tiene y al que más sueldo gana, es
difícil que se nos quite esa manía de perseguir siempre un puesto más
alto.
Pero ojalá al menos entendamos que no es
más feliz el que más sirvientes tiene, sino el que más sirve a los demás.
El ejemplo de hoy: San Gaspar de Búfalo. Decía: “Si es
tan bonito trabajar por Nuestro Señor aquí en medio de tantas fatigas,
¿cuánto más será estar junto a Él en el cielo, donde no hay dolor
ni cansancio?”
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Evangelio según San Marcos 10,35-45.
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo,
se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que
te vamos a pedir”.
El les respondió: “¿Qué quieren que haga
por ustedes?”.
Ellos le dijeron: “Concédenos sentarnos
uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”.
Jesús les dijo: “No saben lo que piden.
¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?”.
“Podemos”, le respondieron.
Entonces Jesús agregó: “Ustedes beberán
el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a
sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que
esos puestos son para quienes han sido destinados”.
Los otros diez, que habían oído a
Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes
saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones
como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre
ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se
haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga
servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser
servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
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