Evangelio según
San Lucas 13,18-21.
Comentario por: David Quiroa
“¿A qué se parece el Reino de Dios?”
Con frecuencia los cristianos sentimos
que hacemos muy poco por este mundo. Que la tarea es inmensa y nuestras fuerzas
muy pequeñas.
Sin embargo, el Señor dice que el Reino
se forma con acciones pequeñitas que van transformando todo a su alrededor. La
sonrisa que dirigimos a un desconocido que evita que se suicide ese día, el
abrazo a un amigo, el buen consejo al joven... son esos pequeños gestos, dados
con amor, los que cambian el Universo.
Ni qué pensar que también son los
pequeños gestos, las pequeñas malas acciones las que hacen al mundo malo.
Enfoquemos nuestro esfuerzo a que ese poquito bueno que sí podemos hacer hoy,
fermente la masa para un mundo mejor.
El ejemplo de hoy: San Alonso Rodríguez. Demasiado
viejo y poco estudiado para tomar órdenes religiosas, San Alonso “se
quedó” como portero, y desde esa humilde profesión alcanzó la
santidad.
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Evangelio
según San Lucas 13,18-21.
Jesús dijo entonces: “¿A qué se parece
el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a un grano de
mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y
los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas”.
Dijo también: “¿Con qué podré comparar
el Reino de Dios? Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con
gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa”.
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