Evangelio según
San Lucas 12,35-38.
Comentario por: David Quiroa
“Estén preparados” (Lc 12,35-38.)
Antes, las señoras decían “Que el
Señor nos coja confesados”, y qué razón tenían.
Ahora, la mala costumbre dicta que vamos
dejando las cosas para después, creemos que siempre hay tiempo y que las
cosas de Dios pueden esperar mientras salimos de lo más urgente.
La verdad es que no. Hay que tener todo
listo como si fuéramos a morir mañana, no solo porque podría ser cierto, sino
porque así vivimos más tranquilos. Si andamos cargando una tarjeta de crédito “por aquéllo de
las emergencias”, ¿por qué no llevar limpia el alma por la misma razón?
El ejemplo de hoy: San Juan Capistrano. Sacerdote
y guerrero, lideró a 35,000 hombres para la defensa de la ciudad de
Belgrado, logrando derrotar a un ejército mejor entrenado.
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Evangelio
según San Lucas 12,35-38.
Estén preparados, ceñidos y con las
lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su
señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el
señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su
túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a
medianoche o antes del alba y los encuentra así!
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