jueves, 2 de agosto de 2012


Evangelio según San Mateo 13,47-53. 

Comentario por: David Quiroa

El Reino de los cielos se parece también…” (Mt 13,47-53)

...a sacarle los gorgojos al frijol. Una ama de casa compra en el mercado una libra de frijol, y al llegar a su casa lo primero que hace es separar los frijoles picados, las piedras y los gorgojos, y esos los tira y cocina solo los buenos.  

El Señor nos cuenta estas parábolas, para que no nos asustemos que en este mundo los buenos y los malos estamos todos revueltos, algunos malos muy encumbrados, como gorgojos sobre un frijol, y otros buenos aplastados al fondo de la bolsa. 

No hay que preocuparse ni tener miedo, que llegará el día que seamos apartados, y entonces se verá claramente quién era piedra y quien era frijol.

El ejemplo de hoy: San Eusebio de Vercelli. Contra las amenazas del Emperador Constancio y la mayoría de obispos, afirmó que Jesús es Dios y gracias a él y otros valientes, seguimos creyendo en la verdadera fe.

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Evangelio según San Mateo 13,47-53. 

El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. 

Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos,  para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

¿Comprendieron todo esto?”. “Sí”, le respondieron.

Entonces agregó: “Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo”.

Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí 

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