David Quiroa

Evangelio según San Juan 6,41-51. 

Comentario por: David Quiroa

“Nadie puede venir a Mí, si no lo atrae el Padre” 

Si en algún momento de su vida se ha sentido atraído por Jesús, ha ido a Misa sin que lo obliguen o simplemente ha tenido curiosidad por saber quién es ese Hombre del que todos hablan,  es porque Dios le ha hablado directamente.

La fe no es algo que uno pueda conseguir o comprar: viene de Dios y El se la da a quien quiere. Los que creemos que Cristo es ese pan bajado del cielo, vivo y presente en la Eucaristía, no lo creemos por nuestros propios méritos: lo creemos porque Dios así lo quiso.

La pregunta ahora no es si Dios habló, sino cuál será nuestra respuesta. ¿Vamos a ignorarlo? ¿O entablaremos un diálogo permanente con El? Eso sí depende de cada uno de nosotros.

El ejemplo de hoy: Santa Juana Francisca Chantal. Huérfana de madre desde muy  pequeña, madre a su vez de 4 hijos y viuda a los 29 años, Santa Juana no se fijó en sus problemas, sino en cómo ayudar a los demás.

---------------     

Evangelio según San Juan 6,41-51. 

Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: “Yo soy el pan bajado del cielo”. 

Y decían: “¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: ‘Yo he bajado del cielo’?” 

Jesús tomó la palabra y les dijo: “No murmuren entre ustedes.
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.  Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.  Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.