Evangelio según
San Mateo 25,1-13.
Comentario por: David Quiroa
“Nuestras lámparas se apagan”
A todos nos pasa, en algún momento, que sentimos
que ya no tenemos más fuerza, que se nos acaba la luz en la vida.
Es en esos momentos en que necesitamos la
reserva de oración que hemos guardado durante los buenos tiempos. Orar siempre,
hacer buenas obras, confesarse y comulgar, no es sólo para sentirse bien en el
ratito, sino principalmente para esos momentos de crisis.
Hoy es un buen día para acumular
fuerzas, porque no sabemos en qué momento las vamos a necesitar.
El ejemplo de hoy: San Ramón Nonato. Dedicó su vida a predicar el Evangelio
bajo las peores circunstancias.
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Evangelio según San Mateo 25,1-13.
Por eso, el Reino de los Cielos
será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del
esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Las necias tomaron sus lámparas,
pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus
lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
Como el esposo se hacía esperar,
les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó
un grito: ‘Ya viene el esposo, salgan a su encuentro’. Entonces las
jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
Las necias dijeron a las
prudentes: ‘¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se
apagan?’.
Pero estas les respondieron: ‘No
va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado’.
Mientras tanto, llegó el esposo:
las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la
puerta.
Después llegaron las otras jóvenes
y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’,
pero él respondió: ‘Les aseguro que no las conozco’.
pero él respondió: ‘Les aseguro que no las conozco’.
Estén prevenidos, porque no saben
el día ni la hora.
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