domingo, 22 de julio de 2012


Evangelio según San Marcos 6,30-34.   

Comentario por: David Quiroa
         
“No tenían tiempo ni para comer”

Hoy nos encontramos a Jesús y sus apóstoles en su aspecto más humano. Cansados, perseguidos por muchedumbres que no los dejan en paz y al mismo tiempo, compasivos, entregados a su esfuerzo por anunciar el Reino de Dios.

Vemos a los apóstoles como niños, regresando con el Señor para contarle todo lo que han hecho. Vemos a las muchedumbres ciegas, persiguiendo la figura del Jesús a toda costa y vemos a Cristo sacrificándose una vez más por enseñarles.

La vida del cristiano no es más ni menos que eso: Trabajo, compasión, paciencia, un esfuerzo más. Y al final, la recompensa que aún debe esperar.

El ejemplo de hoy: San Felipe Evans. Aún luego de ser arrestado por su fe, alegraba a todos en la cárcel con sus cantos. 

---------------     
Evangelio según San Marcos 6,30-34.

Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 

El les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.

Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario