sábado, 28 de julio de 2012


Evangelio según San Mateo 13,24-30.

Comentario por: David Quiroa

“¿No habías sembrado buena semilla en tu campo?”

Todo lo que creó Dios es bueno, incluyéndonos a nosotros.  Y si todo es bueno, ¿por qué hay mal? Porque el enemigo siembra dudas y sospechas en nosotros.  Porque el enemigo usa el campo (nosotros) para cosas que no son buenas.

Y Dios permite que persista el mal en nosotros, porque no quiere correr el riesgo de destruir nuestro lado bueno.  A diferencia del trigo, nosotros sí podemos distinguir lo bueno de lo malo y nosotros sí podemos arrancar la cizaña de nuestro corazón. Pero es una tarea permanente que durará hasta el día de nuestra muerte.

Quiera Dios que cuando vengan los cosechadores nos encuentren con el trigo y no con la cizaña.

El ejemplo de hoy: San Pedro Poveda. Dedicado a la educación de los más pobres, decía “no hay que ser rico para dar, basta ser bueno”.

---------------     

Evangelio según San Mateo 13,24-30.

Y les propuso otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña.

Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: ‘Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?’.

El les respondió: ‘Esto lo ha hecho algún enemigo’. 

Los peones replicaron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’.

‘No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero’”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario