Evangelio según San Mateo 13,31-35.
Comentario por: David Quiroa
“Anunciaré cosas que estaban ocultas”
Con Cristo viene al mundo algo
que antes no se había conocido: saber todo lo necesario para obtener la vida
eterna.
Antes existía la ley natural y
los mandamientos,pero ningún hombre era capaz de salvarse por su propia
fuerza. Con Cristo viene la gracia, la
resurrección y el camino al cielo y esa “pequeña semilla” cambia por completo
al mundo.
Sigue siendo imposible salvarse
por sí mismo, pero con Cristo (la levadura que cambia la masa) todos podemos
elevarnos al Reino. Ya no hace falta
saber más, Él reveló todo, y
sólo nos hace falta seguir sus instrucciones.
El ejemplo de hoy: San Pedro Crisólogo. Evangelizaba con
discursos cortos, en el lenguaje del pueblo, para que todos pudieran
comprenderlo.
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Evangelio
según San Mateo 13,31-35.
También les
propuso otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza
que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las
semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte
en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus
ramas”.
Después les
dijo esta otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un poco de
levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta
toda la masa”.
Todo esto
lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin
parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en
parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.
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