lunes, 30 de julio de 2012


Evangelio según San Mateo 13,31-35.

Comentario por: David Quiroa

“Anunciaré cosas que estaban ocultas”

Con Cristo viene al mundo algo que antes no se había conocido: saber todo lo necesario para obtener la vida eterna.

Antes existía la ley natural y los mandamientos,pero ningún hombre era capaz de salvarse por su propia fuerza.  Con Cristo viene la gracia, la resurrección y el camino al cielo y esa “pequeña semilla” cambia por completo al mundo.

Sigue siendo imposible salvarse por sí mismo, pero con Cristo (la levadura que cambia la masa) todos podemos elevarnos al Reino. Ya no hace falta
saber más, Él reveló todo, y sólo nos hace falta seguir sus instrucciones.

El ejemplo de hoy: San Pedro Crisólogo. Evangelizaba con discursos cortos, en el lenguaje del pueblo, para que todos pudieran comprenderlo.

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Evangelio según San Mateo 13,31-35.

También les propuso otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas”.
Después les dijo esta otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa”.
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo.

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