Evangelio según San Lucas 17,11-19.
Comentario por David Quiroa
“Vayan a presentarse a los sacerdotes”
Últimamente la profesión de sacerdote ha
estado bastante menospreciada. Entre los
que no tienen fe abunda la referencia a los escándalos y entre los que dicen
tenerla está aquello de “yo no necesito intermediarios” y la tremenda falacia
de que “Jesús no era religioso”.
Los sacerdotes del tiempo de Jesús no
eran mejores ni peores que los de ahora. Y el Señor les da su lugar como administradores
de los bienes santos, independientemente de cómo se comportaran en sus vidas
privadas.
Hoy día, igual que antes y por voluntad
de Dios, nos guste o no nos guste, los sacerdotes están allí para administrar
los sacramentos. Habrán muchos buenos y
pocos malos, pero eso no importa: tienen un trabajo que hacer y lo que nos
corresponde a nosotros es ir con ellos, como Dios manda.
Hoy celebramos a San Martín de Tours: Fue despreciado incluso por el obispo de Milán y
expulsado de la ciudad. Más tarde el pueblo lo reconoció y lo hizo obispo, pero
él nunca abandonó su forma sencilla de vivir.
------------
Evangelio según San Lucas 17,11-19.
Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaría y
Galilea.
Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos, que se
detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: “¡Jesús, Maestro, ten compasión
de nosotros!”.
Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Y en el
camino quedaron purificados.
Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios
en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole
gracias. Era un samaritano.
Jesús le dijo entonces: “¿Cómo, no quedaron purificados los diez? Los otros
nueve, ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?”.
Y agregó: “Levántate y vete, tu fe te ha salvado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario