jueves, 26 de noviembre de 2015

“Los hombres desfallecerán del miedo (…) levanten la cabeza” (Lc 21,20-28.)

Evangelio según San Lucas 21,20-28.
Comentario por David Quiroa

“Los hombres desfallecerán del miedo (…) levanten la cabeza”

Otra vez ese gusto que tiene el Señor de oponerse a la lógica del mundo. Lo que para todos es algo aterrador, para el creyente es alegría, porque ya viene la liberación.

Y aunque en este pasaje del Evangelio Cristo se refiere a un hecho histórico específico que aún no ha ocurrido, Su mensaje es válido en cualquier momento. Hay que oponerse con todas las fuerzas a las corrientes y modas del mundo. En eso se expresa la fe: Si realmente creemos que Cristo viene, ningún desastre puede atemorizarnos.

Jesús predicaba para nosotros, para los que tendrán que vivir ese tiempo de angustia, pero también para los que dejó hace dos mil años. No hay nada qué temer. Venga Cristo o todavía se tarde, nuestra actitud no cambia, porque creemos en Él.

Hoy recordamos a San Leonardo Puerto: Dividió su vida entre la predicación y la soledad; con ambas se acercaba a Dios. Gracias a él se celebra el viacrucis en el Coliseo Romano.

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Evangelio según San Lucas 21,20-28.

Jesús dijo a sus discípulos:

“Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella.
Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse.

¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo.

Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.

Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.

Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.


Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”.

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