Evangelio según San Lucas 11,47-54.
Comentario por David Quiroa
“Construyen los sepulcros de los profetas”
Aún hoy, “construir un sepulcro” es un
símbolo de honor para la persona fallecida. Pero… ¿de qué sirve honrar a alguien con
piedras, si no se le hace caso a lo que enseñó en vida?
Cristo no anda pidiendo honores, no
quiere alabanzas vacías ni monumentos a la hipocresía. Sólo quiere que le
crean, y eso es precisamente lo que le negamos. De eso es de lo que nos pedirá
cuentas el día del Juicio.
Dar sepultura a los muertos es una de
las obras de misericordia corporales y está muy bien hacerlo. Pero antes “deja que los muertos entierren a sus
muertos, tu ven y sígueme”. (Mt 8,22)
“Cuando oren digan ‘Padre nuestro…’”: Jesús nos pide orar mucho, ser insistentes,
conformar nuestra voluntad a la Voluntad de Dios. Todo eso se cumple con el
Rosario rezado con devoción.
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Evangelio según San Lucas 11,47-54.
Dijo el Señor:
«¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes
sus mismos padres han matado!
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los
mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles:
matarán y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas,
que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel
hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario.
Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de
la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden.»
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo,
exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para
sorprenderlo en alguna afirmación.
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