Evangelio según San Mateo 16,24-28.
Comentario por David Quiroa
“A cada uno de acuerdo a sus obras” (Mt
16,24-28.)
Es cierto: sin fe no se alcanza el
cielo. Pero también es cierto que la fe sin obras está muerta. Es tan simple
como esto: si yo creo en algo, hago lo que ese “algo” me dicta. Si yo creo que va a llover, llevo paraguas;
si creo que hará calor, uso ropa fresca.
Lo que no se puede hacer es simular
que se cree y hacer lo opuesto a lo que supuestamente se cree. Sería como meterse a la piscina con smoking o
llegar a una boda en traje de baño: es ridículo.
Si la fe nos dice que hay que tomar
la cruz y seguir a Jesús, hacemos exactamente eso, no otra cosa. No importa que
no tengamos evidencias concretas, eso es lo que creemos y eso hacemos. Y el
Señor recompensará a cada uno por lo que hace, porque tanto como hace es lo que
cree.
El ejemplo de hoy, San Cayetano: Enfrentado a la reforma luterana, Cayetano
dijo “para reformar la Iglesia, antes debemos reformarnos nosotros mismos”.
Renunció a honores y riquezas para vivir pobre como Jesús.
-------
Evangelio según San Mateo 16,24-28.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
“El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su
cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que
pierda su vida a causa de mí, la encontrará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el
mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Porque el Hijo del hombre vendrá en
la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de
acuerdo con sus obras.
Les aseguro que algunos de los que
están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga
en su Reino”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario