Evangelio según San Mateo 7,6.12-14.
Comentario por David Quiroa
“Lo que deseen que los demás hagan, háganlo por ellos”
Nos las llevamos de muy democráticos,
pero a la hora de repartir somos muy disparejos. Todos andamos pidiendo
privilegios especiales y tratos especiales que no estamos dispuestos a dar a
los demás.
Y por eso dice Dios que el resumen de
toda la ley y los profetas es “hagan por los demás lo que quieran que los demás
hagan por ustedes”. ¿Quiere buen servicio? Dé buen servicio. ¿Quiere
comprensión? Comprenda. ¿Quiere trabajo? Dé trabajo.
Aquí no hablamos de una equivalencia
matemática comercial. No es un tomar y dar simple. Sabemos que existen
desigualdades, pero Dios las compensa ampliamente. Si uno tiene poco y da todo,
Dios le da en abundancia. Si uno tiene mucho y da poco, el mundo será miserable
con uno.
El ejemplo de hoy, san José Cafasso: En vida se dedicó a reconciliar con Dios a los
condenados a muerte y la muerte le sorprendió joven, en paz y armonía con Dios.
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Evangelio según San Mateo 7,6.12-14.
No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos,
no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en
esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el
camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son
pocos los que lo encuentran.
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