domingo, 19 de agosto de 2012


Evangelio según San Juan 6,51-58. 

Comentario por: David Quiroa

¿Cómo puede darnos a comer su carne?

La duda de los judíos era justa: No existe ningún antecedente en ninguna religión de nada parecido a la Eucaristía: Dios convertido en pan que se puede comer y vino que se puede beber.

Aún hoy, seguimos teniendo dudas de “cómo” ocurre este milagro, aunque tenemos la certeza que da la fe de que “sí” ocurre. Y  siendo cierto, disfrutamos de sus beneficios: Al comer Su carne, vivimos por Él, tenemos vida eterna y  no moriremos jamás.

El ejemplo de hoy: San Juan Eudes. Revoluciona la educación religiosa, haciendo énfasis en la educación profunda, del corazón, para que los  sacerdotes vivan para siempre por Cristo y no por sí mismos.

---------------     

Evangelio según San Juan 6,51-58. 
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.
Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?”.
Jesús les respondió: “Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario