Evangelio según San Juan 1,29-34
Comentario por: David Quiroa
“Yo lo he visto y doy testimonio”
Así como María fue la primera
cristiana, Juan fue el segundo, porque
desde el seno materno reconoció a Jesús al oír el saludo de María.
Aún así, Juan tuvo que pasar años en
el desierto, vestido de piel de camello y
comiendo insectos para volver a reconocer a su propio primo según la
carne como el Hijo de Dios.
Que no nos extrañe a nosotros pasar
tiempos de sequedad espiritual, cuando dudamos de todo y perdemos la esperanza
hasta que otra vez encontramos a Dios en nuestras vidas.
Que ese desánimo no nos haga perder el
camino hasta volver a decir “yo lo he visto”.
El ejemplo de hoy: Santísimo
Nombre de Jesús. Invocar el nombre de Jesús no tiene propiedades mágicas. Es un recuerdo de todo lo que ese nombre significa y por ese recuerdo tenemos
fuerza para seguir adelante en todo.
---------------
Evangelio según San Juan 1,29-34
Al día siguiente, Juan vio acercarse a
Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él
me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque
existía antes que yo.
Yo no lo conocía, pero he venido a
bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel”.
Y Juan dio este testimonio: “He visto
al Espíritu descender desde el cielo en forma de paloma y permanecer en él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió
a bautizar con agua me dijo: ‘Aquél sobre el que veas descender el Espíritu y
permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo’.
Yo lo he visto y doy testimonio de que
él es el Hijo de Dios”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario