Evangelio según San Mateo 9,27-31
Comentario por: David Quiroa
“¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?”
La mayoría de nosotros, acudimos a la
oración con lo que consideramos un “sano escepticismo”. En pocas palabras, no
creemos. No creemos que con una oración
vayamos a hacer llover o que salga el sol, no creemos que se curen las
enfermedades, en fin... ponemos en duda que Dios pueda hacer lo que hace todos
los días.
Ante eso, Jesús responde: “Que suceda
como ustedes han creído”. Si no creemos que pase, no pasa y ya.
No es que Jesús ignore nuestras oraciones, al contrario: Las responde en
la misma medida de nuestra fe.
El ejemplo de hoy: Santa
Fara. A pesar de ser hermana de dos santos y de familia cristiana, tuvo que
librar grandes dificultades para consagrarse a Dios, hasta que lo logró.
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Evangelio según San Mateo 9,27-31
Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos
ciegos, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”.
Al llegar a la casa, los ciegos se le
acercaron y él les preguntó: “¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?”. Ellos le respondieron: “Sí, Señor”.
Jesús les tocó los ojos, diciendo: “Que
suceda como ustedes han creído”.
Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: “¡Cuidado! Que
nadie lo sepa”.
Pero ellos, apenas salieron,
difundieron su fama por toda aquélla región.
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