Evangelio según San Lucas 21,34-36
Comentario por: David Quiroa
“No dejarse aturdir por las preocupaciones”
Al leer este Evangelio muchos se
fijan en tener cuidado con la embriaguez y está muy bien, pero el Señor pone al
lado de la embriaguez las preocupaciones
de la vida.
Y preocupaciones sobran, más en
diciembre, con los regalos, el aguinaldo que nunca alcanza y las tarjetas de
crédito hasta los cielos.
Dejarse aturdir por el
consumismo es tan malo como pasarse de tragos. Quizás peor. Porque al final la
borrachera pasa, pero las tarjetas quedan.
Y cada vez que nos embrutecemos con eso, nos alejamos de Dios.
El ejemplo
de hoy: San Eloy. Platero de reyes, nunca se dejó seducir por la riqueza del
metal y pasó su vida con honradez y humildad, rodeado de las más finas joyas
que él mismo hacía.
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Evangelio según San Lucas
21,34-36
Tengan cuidado de no dejarse aturdir
por los excesos, la embriaguez y las
preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque a todos los
hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente,
para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros
ante el Hijo del hombre”.
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